África negra
ÁFRICA NEGRA
UBICACIÓN GEOGRÁFICO
Ala- Igbo, Nigeria
Agé-Fon, Benin
Agé, una deidad Fon, se remonta al Imperio Dahomey. Como hijo de la diosa creadora Mawu-Lisa, Agé recibió el poder y la responsabilidad de proteger y guiar a los cazadores durante los días y las noches en el desierto. A menudo recargaba su energía y poder de su madre y se cree que toma la forma de un hombre joven en un traje de cazador guiando a los cazadores
Modjaji- Sudáfrica
En Sudáfrica, Modjaji es la diosa de la lluvia cuyo espíritu reside en el cuerpo de una joven que debe ser reina. Para el pueblo Balobedu, la Reina de la Lluvia es una figura muy importante. Hay varias historias que explican cómo la diosa de la lluvia comenzó a tomar forma física.
Kibuka – Uganda
Para el Imperio de Buganda que ha existido desde el siglo IX hasta el siglo XIV, Kibuku es una deidad que ha estado con la gente mucho antes de que los europeos llegaran al continente.Según la historia oral, el ejército de Buganda había sufrido varias derrotas y el rey, en un estado de preocupación, se encontró con el Dios todopoderoso, Mukasa. En su reunión, el rey pidió que Mukasa les diera ayuda para la guerra.
Nana Buluku – África Occidental/Caribe
Como deidad, Nana Buluku viene en otras formas entre varias sociedades tradicionales de África Occidental, incluyendo a los Fon en Benin. También se la puede encontrar en las comunidades de ovejas en Togo y partes de Ghana, así como entre los akans. También está muy presente y es muy venerada en Nigeria, entre las comunidades tradicionales yoruba e igbo.
Adroa – África Central
Adroa es el dios de la muerte con dos personajes: el bien y el mal. Debido a su dualidad, su cuerpo está dividido en dos. Una mitad es baja y negra, que representa el mal, mientras que la otra mitad es alta y blanca y representa la bondad.
En ninguna lengua de las que se hablan en el África no musulmana ni cristianizada existe una palabra para designar el concepto “religión”. Este hecho da una idea de cuán diferente puede llegar a ser el concepto de lo ultraterreno y del sentido de la vida para estas culturas, que no tienen mayores preocupaciones de tipo cosmogónico. Lo religioso se concentra en un modo de vivir entre los demás, formando parte de una comunidad. Los diversos cultos africanos están tan fragmentados como sus etnias: hay rasgos religiosos comunes en los grupos mayores (por ejemplo, la cultura yoruba en África occidental o la bantú en África oriental), pero también encontramos características propias en las numerosas tribus de cada zona. Existieron grandes imperios religiosos
La región conocida como áfrica negra es la basta zona que se extiende desde el sur del desierto del Sahara hasta el extremo más austral del continente. Esta región no tiene una cultura musulmana como lo tiene por ejemplo el norte del continente, y por eso, las medidas que debemos tomar como turistas son totalmete distintas, así como las culturas que conoceremos en esta gran región.Entender al África como un montón de países nos puede llevar a cometer grandes errores. El áfrica sub sahariana es un conjunto importantísimo de culturas provenientes de distintos pueblos que a veces comparten un mismo país, y otras veces abarcan más d una nación.
En los últimos tiempos han surgido numerosas reflexiones, estudios e informaciones, sobre el África negra. Parece como si existiera un acuerdo tácito para poner de moda a la negritud. Tal vez se trate, por otro lado, de hacer justicia, puesto que hasta épocas muy recientes apenas se había hablado de África, ya fuera por la dejadez de muchos investigadores, o porque apenas se sabía gran cosa de su historia y su cultura. Sin embargo, en la actualidad, muchos historiadores y etnólogos nos hablan de África con verdadera pasión. Explican que para la mejor comprensión del mundo negro se hace necesario conocer sus aspectos geográficos y físicos, puesto que ambos inciden sustancialmente sobre lo histórico, y lo determinan
Así pues, la obra “Lugares sagrados de África” (Oceáno-Ambar, 2013) de Jean Bosco Botscho, docente en Religiones africanas y presidente de la Asociación Africana y Catalana de Cooperación (Africat), viene a colmar un vacío enorme, tanto para los amantes de antropología como los que se interesan por los viajes, los estudios africanos o la historia.Recreando un esplendido tour por los lugares más significativos de la religiosidad africana, el libro pone a la luz del día la riqueza espiritual y monumental de un continente sublimado por el pensamiento mágico y la veneración de los elementos naturales. Un lugar donde “el ser humano mano y la naturaleza forman parte de un todo” (p.7) y comparten escenarios de una belleza única
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